Dos almas por dos copas de vino
No puedo dejar de mirarla; me tiene completamente paralizada. Mi cuerpo entero tiembla de una forma descontrolada, como si poco a poco me estuviera rindiendo ante el terror que siento por su presencia. El espejo frente a mí no solo refleja mi rostro aterrado y humedecido por el sudor y las lágrimas, sino también a ella, o a eso; una oscura entidad que me ha estado persiguiendo durante meses y cuya forma física se ha vuelto más clara con el paso del tiempo.
Durante los primeros dos meses solo era una sombra que susurraba cosas inentendibles en mi oído e interrumpía mis sueños de vez en cuando. Durante los dos meses siguientes de sombra quedaba poco, pues cada vez que me tocaba podía sentir sus manos delgadas, rústicas y heladas ejercer presión sobre mi piel y sus uñas largas y negras enterrarse en cualquier parte visible de mi cuerpo. Las noches de cálido sueño se hicieron más difíciles de conciliar y sus palabras eran mucho más claras, pero también escalofriantes y cargadas de un odio que envenenaba mi alma con cada segundo.
Dos meses más han pasado desde que fui sentenciada a no solamente escucharla o sentirla, sino a verla con claridad. Su imagen es la de una mujer de cabellos largos y negros que ocultan la mitad de su rostro; de piel tan pálida que casi parece transparente; manos que se ennegrecen a partir de las muñecas y se van manchando por completo hasta la punta de los dedos, y un ojo donde no hay nada más que oscuridad, un hoyo profundo que sólo me provoca ansiedad y terror cada vez que lo miro. De su boca no hay rastro, solo una fina línea que se dibuja oscura y plasma una sonrisa sádica que se corta a la mitad debido a sus cabellos, ocultando la otra mitad al igual que el otro ojo.
Mirar esa sonrisa me hace pensar que ya todo está perdido, que jamás lograré deshacerme de esta maldición que me ha acosado durante seis eternos meses. Y siento que así es: mi cuerpo ya no puede soportar más su pesada presencia sobre mí, detrás de mí o incluso en frente de mí. Llevo Tanto tiempo sin dormir bien que en lo único que pienso es que ella puede ser solo una alucinación por la falta de sueño y descanso, pero no puede ser, porque si fuera solo una creación de mi cabeza no podría sentirla, escucharla, o incluso interactuar con ella como si fuera una persona más; no podría hacer ninguna de esas cosas, ¿o si?
Libero un grito de dolor intenso mientras me sujeto fuertemente al lavabo de mi baño para no caer al suelo debido a la presión que ejercen de forma repentina sus manos sobre mis hombros, las cuales puedo comparar con dos pesadas piedras que amenazan con derribarme. Su cercanía me marea y sus susurros en mi oído retumban en mi cabeza como un ruido estridente y molesto. ¡Trato de ignorar sus palabras, pero no puedo!, ella está dentro de mi y no la puedo sacar.
"Deja de pelear, dulce Alma, ahora me perteneces".
La valentía no es de mis mejores cualidades, pero ignorarla no hará que ella se vaya y me deje en paz, por lo que decido confrontarla de una buena vez. Levanto la mirada y la veo con fijeza directo a aquel vacío negro que tiene por ojo, dispuesta a dejarle claro que no soy un títere al que puede manejar a su conveniencia.
"No te pertenezco", digo con voz tenue y temblorosa "Tu no eres más que una creación de mi cabeza, no eres real".
Unos extraños sonidos similares a crujidos y gruñidos salen de su boca mientras su cabeza se mueve hacia un lado de forma frenética. Su agarre se refuerza sobre mis hombros y un gemido de dolor se escapa de mi boca, pero no aparto la mirada ni por un segundo de su horrible rostro.
"Si tan convencida estás de que no soy real, ¿entonces por qué estás muriendo poco a poco?". No respondo, y no solo porque no tenga una respuesta para ello, sino porque a duras penas puedo mantenerme en pie con ayuda del lavabo y no tengo fuerzas ni para emitir palabra. "No seas testaruda. Toda esta tortura terminará si tan solo me entregas tu alma".
Muevo la cabeza repetidas veces en señal de negación.
"Jamás te daré mi alma. Prefiero morir antes", respondo con mucha ira contenida. El dolor se incrementa y ya no solo se siente en mis hombros, sino en todo mi cuerpo, desde la cabeza hasta los pies, y no puedo soportarlo. "¡Basta, detente, no lo soporto más!, ¡Largo, te ordeno que te vayas!"
Como si echarla tuviera algún efecto en ella, empiezo a gritar las mismas palabras una y otra vez de una forma casi desquiciada. Y al parecer funciona, porque de repente su rostro comienza a desfigurarse y a retorcerse, como si mis palabras pudieran lastimarla. Su cuerpo comienza a desvanecerse hasta que desaparece entre gritos estridentes y alaridos de dolor que por poco me dejan sorda. Una vez que su presencia no está, mi cuerpo se siente tan pesado que no puedo estar de pie un segundo más. Mi visión se nubla y me desmayo, perdiendo el conocimiento.
El sonido del timbre en la puerta me despierta de forma abrupta. Me siento inmediatamente sobre el sillón y analizo la situación: a mi persona completamente agitada, con el corazón en la mano y empapada en sudor. Las imágenes de ella y lo que sucedió en el baño llegan a mi mente, por lo que me observo las manos, toco mi rostro, mis hombros y observo mis ropas para verificar que no haya nada fuera de lugar, lo cual es confirmado. ¿Qué fue todo eso?, ¿fue todo un sueño?, no, más bien una asquerosa pesadilla.
El timbre suena de nuevo y de repente recuerdo que estaba por recibir una visita de mi pareja para pasar la noche y ver películas de terror juntos, como solemos hacer cada viernes. Debe ser él, así que me pongo de pie, arreglo un poco mi aspecto para no lucir como si recién me hubiera levantado, y me dirijo hacia la puerta para abrirla y encontrarme con el rostro sonriente de la única persona valiosa en mi vida.
"Hola, cariño", me saluda él casi lanzándose sobre mi para abrazarme. "Tardaste en abrir, ¿estabas dormida acaso?"
"No", miento para luego aclarar mi garganta, "te estaba esperando despierta como siempre".
"Si, claro", responde él con incredulidad, "no puedes mentirme cuando te conozco mejor que tu misma, Alma".
Sonrío con diversión y no digo nada, en su lugar rompo el abrazo con suavidad y deposito un tierno beso en sus labios, sintiéndolos helados por el frío que debe hacer afuera.
"De acuerdo, lo admito, como no llegabas pronto me quedé dormida en el sofá".
Una risa divertida se escapa de sus labios y yo me limito a deleitar mi vista y mis oídos con ella .
"Lo sabía. Lamento haberte hecho esperar, el tráfico fue una tortura"
"No te preocupes, ya estás aquí y es lo que importa", respondo mientras lo invito a pasar y cierro la puerta tras de su persona. "Ahora quítate todas esas chaquetas y ponte cómodo, ¡ya tengo preparadas las películas que veremos hoy!"
"¿Qué?, ¿en serio?", se queja él mientras se quita el exceso de ropa para el frío que lleva puesta, "¿por qué no me esperaste para elegirlas justos?"
"Porque quise adelantar trabajo y porque te conozco. Sé que te van a gustar mucho las que elegí".
"De acuerdo", acepta él luego de pensarlo por un buen rato, "confío en tu buen gusto, entonces, espero no decepcionarme"
Ambos sonreimos y nos dirigimos a la cocina, donde pasamos un buen rato preparando las palomitas y sirviendo las copas de vino. Luego apagamos las luces y nos ponemos cómodos en el sillón con toda la disposición de disfrutar de una buena película de terror.
Al terminar la primer película, él me mira y dice:
"Bien, ya comprobé que si me conoces muy bien".
No puedo evitar reírme ante el comentario.
"?Ves¿, soy algo así como la novia perfecta", bromeo sacándole una buena carcajada.
"Tu lo has dicho", confirma él estirándose sobre el sillón, eso hasta que de repente me observa muy fijamente los hombros con una mirada extrañada y el ceño fruncido.
"¿Qué?, ?sucede algo¿", pregunto sin entender por qué la mirada tan rara.
"No, es solo... ?cariño, por qué tienes esas marcas en tus hombros?", pegunta con genuina curiosidad y algo de preocupación mientras yo miro mis hombros de forma inmediata y veo que hay marcas en ellos, marcas de dedos, los dedos de ella.
"Yo... no lo sé... no las tenía cuando llegaste, ?no es así?", pregunto y él parece pensarlo hasta que niega con la cabeza aún luciendo extrañado. "En fin, no deben ser nada. No les prestes atención. ¿Quieres más vino para la otra película?"
"Si, más vino suena bien", responde él dejando pasar el tema de las marcas.
Me levanto en dirección a la cocina de nuevo, y una vez allí, me dispongo a preparar la bebida más deliciosa que alguien haya probado alguna vez, una bebida especial que lleva un ingrediente único y de un color muy intenso. Estoy segura de que a él le encantará, por lo que coloco las dos copas sobre la encimera y tomo una pastilla de veneno para ratas, la aplasto hasta dejarla hecha polvo y pongo un poco en ambas copas. Luego, levanto la manga de mi blusa y tomo uno de los cuchillos del primer cajón para luego pasar el filo de este con mucha lentitud sobre la parte interna de mi muñeca, casi deleitándome con la belleza del momento. La sangre caliente comienza a escurrirse por mi mano y de esta directo a ambas copas, las cuales luego termino de mezclar con un poco, solo un poco de vino, lo cual le da el toque final a mi obra maestra.
Puedo sentirla tratando de apurarme, ansiosa y con ganas de obtener lo que tanto ha buscado durante meses, pues mi cabeza da punzadas de dolor exageradas que no logro ignorar. Aun así, debo continuar con lo planeado y acabar con mi sufrimiento de una buena vez; bajo la manga de mi blusa para tratar de esconder la herida, pero la sangre continua saliendo y empieza a manchar la misma, así que debo darme prisa si no quiero que él se entere antes de lo esperado. Tomo ambas copas y las agito un poco mientras las llevo hacia la sala, me siento sobre el sillón y extiendo una de las copas hacia él con una sonrisa tierna, quien no duda en tomarla y tampoco repara en la herida de mi muñeca debido a la oscuridad de la habitación.
Luego de brindar, ambos bebemos un buen sorbo de la copa y no puedo esperar para ver su reacción, la cual es inmediata.
"Cariño qué... ¿qué es esto?", pregunta viendo la copa con marcado desagrado.
"¿No es obvio?, es vino, amor", respondo con seriedad.
"No, esto... esto no es sólo vino, le pusiste algo más. Sabe... extraño."
"Bueno, no debería, no le he puesto nada más que mucho amor para ti". Su mirada pasa de estar asqueada a perdida, pues el veneno parece estar haciendo efecto en su persona. "Y bueno, también un poco de sangre para que me lleves dentro de ti cuando mueras".
"¿Qué... estás diciendo?...", él deja la copa sobre la mesa de centro y recuesta su cabeza sobre sus manos sintiéndose fuertemente mareado de repente. "Alma, me siento muy mal. Dime qué mierda está pasando."
"Yo también me siento muy mal, amor", respondo tomando con una mano su rostro y obligándolo a observarme, "pero es justo como debe ser. Después de todo, somos pareja, ?no es así?, si yo me voy, tu te vas conmigo?"
La mirada del chico pasa de estar perdida a aterrada cuando comienza a notar que la persona frente a él no es su dulce y hermosa novia, sino una mezcla entre ella y un horrible rostro sacado de las peores cosas que alguien puede llegar a imaginar, Un grito de terror sale de su garganta e intenta alejarse inmediatamente de aquel ser horroroso, pero ya es muy tarde; un dolor punzante y agudo en la parte izquierda de su pecho le roba otro alarido de dolor mientras cae al sofá entre convulsiones y espuma comienza a salir por su boca.
Alma, o más bien lo que queda de ella, se acuesta lentamente junto al chico mientras este da su ultimo respiro. Una vez muerto, ella pasa su mano esquelética sobre su rostro y cierra sus ojos abiertos, quedándose allí junto a él durante un buen rato.
"Dijiste que querías mi alma, ¿verdad?", murmura entre el silencio abrupto del momento, "pues bien, ahora tienes dos"
Alma espera el momento en que el veneno la mate o muera desangrada por la profunda cortada en su muñeca mientras acaricia el rostro de su novio con delicadeza, sintiéndose agradecida de no haber tenido que atravesar tal tortura ella sola y poder morir en brazos de la persona que ama. Por su parte, todos terminaron ganando, pues ellos podrán estar juntos para siempre y esa cosa que tanto la había atormentado hasta el punto de llevarla a quitarse la vida ha obtenido dos almas en lugar de una, todo gracias a dos copas de vino.
🎃🎉¡¡FELIZ HALLOWEEN 2024!!🎃🎉
Increíble forma de plasmar una historia, me hizo sentir las emociones del momento, simplemente me encantó
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